El incendio más destructivo en la historia de Estados Unidos arrasa Los Ángeles
Según el jefe de bombero David Acuña, "alrededor del 95% de los incendios forestales en Los Ángeles son provocados por humanos".

Lunes 13, ene 2025, por Kelvin Isidro Valdez
EE.UU. LOS ÁNGELES – Los Ángeles enfrenta el peor incendio registrado en la historia de Estados Unidos, con 29,000 acres consumidos por las llamas, un área equivalente al tamaño de la ciudad de San Francisco. Este desastre natural, que ha causado daños económicos estimados en 57 mil millones de dólares, es ahora el séptimo más costoso en la historia del país.
Hasta ahora se han confirmado 24 muertes, mientras que 180,000 personas han sido evacuadas y otras 200,000 permanecen bajo advertencias de evacuación. La respuesta al desastre ha movilizado a más de 7,500 personas, apoyadas por 1,162 camiones de bomberos, 31 helicópteros, 6 aviones cisterna y 53 bulldozers.
El jefe de bomberos, David Acuña, informó que al menos 23 personas han sido arrestadas por saqueos en las áreas de evacuación, mientras que 16 investigadores trabajan para determinar las causas del incendio. Según Acuña, «alrededor del 95% de los incendios forestales en Los Ángeles son provocados por humanos».
El impacto ambiental del incendio también es devastador. La calidad del aire se ha deteriorado drásticamente, con el humo aumentando los riesgos de enfermedades pulmonares, cardíacas y neurológicas.

Causas del desastre
Expertos señalan una combinación de factores como clima seco, fuertes vientos de Santa Ana y una infraestructura hídrica insuficiente. En los últimos meses, Los Ángeles ha registrado mínimos históricos de lluvia y niveles de humedad por debajo del 5%, mientras que los vientos han superado las 70 mph, avivando las llamas.
Además, el sistema de agua de la ciudad, diseñado para un consumo urbano promedio de 524 millones de galones diarios, se vio desbordado al cuadruplicar su demanda durante las horas pico, alcanzando los 2 mil millones de galones.
Este incendio es un recordatorio de la urgente necesidad de fortalecer las políticas de prevención y respuesta ante desastres naturales, cuya frecuencia e intensidad siguen aumentando debido a los efectos del cambio climático.